Si nunca terminamos, dime:
¿por qué decías cosas tan hirientes?,
¿por qué buscaste la canción
más dolorosa del mundo para dedicármela?....
¡te ibas haciéndome daño,
me has hecho llorar más de una vez
(no lo estoy reprochando)
y volvías preguntándome
si no íbamos a hablar y a arreglar las cosas,
y así lo hicimos...nos amamos
y nada más importaba...
¡Lo que tu llamaste discusiones
yo las padecí…
y a ti no se te olvidó la rabia
ni siquiera por mí!,
ahora que lo pienso
te daba más rabia conmigo o impotencia…
porque dejaba de hacer cosas
o de estar aquí pendiente,
pasé a llenar espacios que no notaste
y aun con lo del poema de hace unos días…
¡te fuiste!,
yo prefería que me dijeras qué te molestaba,
qué te fastidiaba, qué no querías, qué te indignaba
¡y no que te fueras!,
el que estuviera acostumbrada
no borraba la zozobra,
te ibas enojado
con un adiós delante y detrás,
con lo que no contabas…
¡era que un día te iba a tomar la palabra!...
Mocosita/
Delalma
Febrero 27, 2011
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