¿Acaso no recuerdas
Aquel amor que me habéis dado?
A mí, la noche me lo recuerda
Y la mañana me lo confirma.
Por más lejanas que estén las estrellas
Siempre se dejan ver…
Así te veo yo
Desde mi quebranto al amanecer.
Entre el matinal iris del claro- oscuro
En que las sombras se van
Y las siluetas aparecen
Diáfana apareces vos, acariciando el cielo.
Y venís a posarte entre las flores
En las hierbas y en el lago de mi llanto,
Hasta que el sol se disuelve
Y el celaje me envuelve nuevamente.
Si yo pudiera unirme contigo
En ese etéreo instante de pureza
¡Te juro que allá estaría…
Y que con vos me quedaría!
Delalma
Jueves, 12 de abril de 2012
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