¿Qué has conocido prisión? ¡eso es de temer!
¡que primero hablan las rocas,
y detrás va la gente queriendo saber como loca
lo que no necesitan saber!…
Pero eso a mí no me importa
ni me importa ni me arredra, que si conociste barrotes
aún no conoces mis brazos…
estos se han hecho para aprisionar a una mujer.
¿La cárcel? si con mis brazos vas a comparar
aquella es jaula para abejorros,
¡Estos son para una mujer el hogar!
hechos con amor, pasión y razón…
Porque mis brazos son…
para amar, para abrazar y pa’ trabajar,
para darte seguridad y ternura
que compense toda tu hermosura.
Ya se lo dije a mi madre, antes de pretender...
sólo tendrás que quererme morena o antes decirme adiós
que las fantasías de tus sueños, todas las voy a cumplir
pero nunca me dejes, que no conoces mi querer…
Si algún día, tú me faltaras...
mejor sería que no te encontrara
eso no se perdona, se cobra…
¡Piénsalo!, no sea que tengas que pagar.
Delalma
30 de enero de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario