No puedo pensar de qué forma esto se
volvió en mi contra,
en qué momento dejé que tú
sustituyeras los sueños que tenía,
cómo permití que a mi vida la
controlaras,
si sólo te dije un día que te
amaría.
Creo que el problema no es que te
ame,
el problema es que me dijiste que
también lo hacías
ahora de mi mente no sale tu rostro,
mejor te hubiera alejado cuando
apenas te conocía.
Desde que despunta el alba tengo dos
ideas en mi cabeza,
la primera es que no te tengo
conmigo ahora
y la segunda es que tenerte conmigo
no da espera.
No dudes que mi alma
por ti suspira,
que tienes la potestad sobre el
elixir de mi boca,
que me has quitado la fuerza para
querer alejarte
y que mi voluntad contigo es poca.
Te he entregado todo lo que soy,
eres el dueño, amo y señor de mi
vida
tu decide qué quieres para nosotros,
tu decide qué haces con mi alma
enardecida.
Te amo y no puedo ni quiero evitarlo
pero voy a tomar las cosas con prudencia,
lo que menos quiero es hacerte daño
o mentirte haciéndote falsas
promesas.
Ten en mente sólo una cosa,
¡te amo como nadie más lo haría!
si me aceptas contigo voy al fin del
mundo
para hacerte feliz el resto de mis
días.
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